Debemos aprender a disfrutar con la familia o amigos y quedarnos con esos momentos que no se volverán a repetir y siendo conscientes que son solo momentos.
Nadie nos pertenece y a nadie pertenecemos.
También es cierto que muchas veces no nos damos cuenta que las tecnologías de hoy (móviles, ordenadores, redes sociales...) nos apartan de esos momentos hasta el punto de hacer sentir incómodo a la otra persona.
Pararnos y ponernos en el lugar del otro nos ayuda a saber como comportarnos y disfrutar de esos momentos mágicos llenos de energía y Paz para el alma.
Reflexionemos y aprendamos a elegir lo que queremos en nuestra vida.
Namasté
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